Los guisos son preparaciones cuyos sabores se cultivan en nuestros paladares desde la infancia. Son platos que uno ha ido descubriendo conforme va creciendo y va viajando, que le sirven para recordar lugares concretos a través de la memoria gustativa y olfativa.
Por ejemplo, la costa atlántica del sur de España, muy especialmente la gaditana (natural de Cádiz), está ligada a una muy concreta forma de preparar el pescado : el guiso “en amarillo”, que es el color dominante del plato y que se debe al uso inteligente de esa especia cotizadísima que es el azafrán.
Requiere pescados de carnes firmes, como el pejesapo o el mero. Y, en este caso, el “empapante” son fideos, en vez de papas.
EN LA OLLA
Ante todo, se hará un buen caldo de pescado usando los huesos del, pongamos, pejesapo. Preparada esta base, pongan en una cazuela un chorro de aceite de oliva, y sofrían ahí una cebolla picada muy fina, un pimiento verde cortado en tiritas y un par de tomates troceados, pelados y sin semillas. Dejen que se haga todo un cuarto de hora y añadan el pescado, en trozos pequeños y limpios.
Machaquen en el mortero dos dientes de ajo, con unos granos de sal, un poco de perejil, diez almendras crudas y diez hebras de azafrán. Bañen con un vasito de buen vino blanco, echen el majado a la cazuela, reduzcan unos minutos y añadan unos 300 gramos de fideos. Salen y cubran con el caldo de pescado. Cuezan hasta que los fideos estén en su punto, comprueben el punto de sal y sirvan
inmediatamente.
miércoles, 13 de julio de 2011
Qué debemos comer para fortalecer nuestro cabello y uñas
El déficit de vitaminas, minerales y proteínas en el organismo no solo se ve reflejado en el peso o la masa muscular. Que el cabello se torne opaco y quebradizo o que las uñas tiendan a debilitarse y romperse con facilidad, sin razón aparente, revela una carencia de nutrientes en el organismo, necesarios para el mantenimiento y regeneración de estos, señala Fiorella López Lema, nutricionista de la clínica Internacional.
Tanto las uñas como el cabello están compuestos por una proteína llamada queratina que contribuye al crecimiento y renovación de estas partes del cuerpo. Sin embargo, para que la queratina se forme con normalidad se necesita ingerir alimentos de alto contenido en vitaminas, sales minerales y aminoácidos azufrados.
Se debe procurar el aporte de nutrientes como el zinc, presente en nueces, huevos, legumbres y ostras; así como las proteínas aportadas por la carne , pescados, huevos y lácteos. Otro nutriente necesario es el hierro, pues su déficit suele ocasionar la caída de cabello y la aparición de manchas blancas en las uñas. Está presente en las vísceras, carnes, pescados, frutos secos, cereales integrales y verduras de hojas verdes. Sin embargo, “se debe moderar su consumo ya que la ingesta excesiva también puede ocasionar caída de pelo”, precisa la nutricionista.
Para el cuidado de las uñas, López Lema recomienda el consumo de líquidos naturales, alimentos que aporten azufre y silicio como el brócoli y la cebolla; y ricos en biotina como la soya y la levadura de cerveza.
También son necesarios los antioxidantes, pues ayudan a eliminar los radicales libres que causan envejecimiento. Estos se encuentran en los cítricos, la linaza, el tomate, y el omega 3, presente en pescados como el atún y el salmón. Además, “el 50% de lo que se consume debe estar compuesto por frutas y verduras crudas, a fin de aportar al cuerpo la cantidad necesaria de vitaminas, minerales y enzimas”, finaliza.
CAÍDA DEL CABELLO
El dermatólogo Augusto Cáceres Viñas señaló que “a diario, caen entre 50 a 100 de nuestros cabellos que son reemplazados por igual número de cabellos nuevos. Sin embargo, cuando la pérdida es superior al crecimiento, estamos frente a un trastorno denominado alopecia”.
“Debido a que nuestro cabello está compuesto principalmente por proteínas, si nuestra ingesta de nutrientes es pobre (casos de desnutrición), nuestro cabello sufrirá las consecuencias. Ya que nuestra cabellera necesita de mucha energía para su crecimiento, las dietas extremas resultan negativas”, comentó.
Finalmente, concluyó que “nuestra alimentación debe contener una adecuada cantidad de proteínas, las que se encuentran en carnes, leche, huevo, queso parmesano y gelatina. Se recomienda 100 g de esta última, una vez por semana”.
PARA TENER EN CUENTA
Los minerales más beneficiosos para el cabello y las uñas son el calcio, el yodo, el zinc y el hierro. Las vitaminas más indicadas son las del grupo B.
Por su alto contenido de calcio y fósforo, beber zumo de zanahoria fresca a diario contribuye al fortalecimiento de las uñas.
Las deficiencias nutritivas no se resuelven de un día para otro, sino con una dieta equilibrada y rica en nutrientes.
Tanto las uñas como el cabello están compuestos por una proteína llamada queratina que contribuye al crecimiento y renovación de estas partes del cuerpo. Sin embargo, para que la queratina se forme con normalidad se necesita ingerir alimentos de alto contenido en vitaminas, sales minerales y aminoácidos azufrados.
Se debe procurar el aporte de nutrientes como el zinc, presente en nueces, huevos, legumbres y ostras; así como las proteínas aportadas por la carne , pescados, huevos y lácteos. Otro nutriente necesario es el hierro, pues su déficit suele ocasionar la caída de cabello y la aparición de manchas blancas en las uñas. Está presente en las vísceras, carnes, pescados, frutos secos, cereales integrales y verduras de hojas verdes. Sin embargo, “se debe moderar su consumo ya que la ingesta excesiva también puede ocasionar caída de pelo”, precisa la nutricionista.
Para el cuidado de las uñas, López Lema recomienda el consumo de líquidos naturales, alimentos que aporten azufre y silicio como el brócoli y la cebolla; y ricos en biotina como la soya y la levadura de cerveza.
También son necesarios los antioxidantes, pues ayudan a eliminar los radicales libres que causan envejecimiento. Estos se encuentran en los cítricos, la linaza, el tomate, y el omega 3, presente en pescados como el atún y el salmón. Además, “el 50% de lo que se consume debe estar compuesto por frutas y verduras crudas, a fin de aportar al cuerpo la cantidad necesaria de vitaminas, minerales y enzimas”, finaliza.
CAÍDA DEL CABELLO
El dermatólogo Augusto Cáceres Viñas señaló que “a diario, caen entre 50 a 100 de nuestros cabellos que son reemplazados por igual número de cabellos nuevos. Sin embargo, cuando la pérdida es superior al crecimiento, estamos frente a un trastorno denominado alopecia”.
“Debido a que nuestro cabello está compuesto principalmente por proteínas, si nuestra ingesta de nutrientes es pobre (casos de desnutrición), nuestro cabello sufrirá las consecuencias. Ya que nuestra cabellera necesita de mucha energía para su crecimiento, las dietas extremas resultan negativas”, comentó.
Finalmente, concluyó que “nuestra alimentación debe contener una adecuada cantidad de proteínas, las que se encuentran en carnes, leche, huevo, queso parmesano y gelatina. Se recomienda 100 g de esta última, una vez por semana”.
PARA TENER EN CUENTA
Los minerales más beneficiosos para el cabello y las uñas son el calcio, el yodo, el zinc y el hierro. Las vitaminas más indicadas son las del grupo B.
Por su alto contenido de calcio y fósforo, beber zumo de zanahoria fresca a diario contribuye al fortalecimiento de las uñas.
Las deficiencias nutritivas no se resuelven de un día para otro, sino con una dieta equilibrada y rica en nutrientes.
ADN de la papa
Este logro permitirá crear tubérculos más nutritivos y más resistentes a las pestes y al cambio climático.
Científicos de 14 países, entre ellos Perú, descifraron el ADN de la papa , una investigación que abre las puertas para “crear” tubérculos más resistentes y con mayor poder nutritivo, explicó hoy a EFE la investigadora Gisella Orjeda.
El resultado es fruto de cuatro años de estudios, en los que participaron un centenar de investigadores internacionales del Consorcio de Secuenciamiento del Genoma de la Papa (PGSC, en sus siglas en inglés).
“Lo que hemos hecho hasta ahora es leer el genoma, el ADN de la papa, y constituye el punto de partida” para investigaciones sucesivas que permitirán “realmente” usar las más de 3.000 variedades de papas autóctonas peruanas, pues ayudará a los agricultores a mejorar el rendimiento de este tubérculo, dijo Orjeda.
Para realizar el estudio, los científicos se dividieron en áreas de trabajo, que en el caso peruano consistió en secuenciar trozos del genoma, buscar los genes de resistencia y elaborar un control de calidad de los resultados, entre otras funciones.
MÁS FUERTES Y NUTRITIVAS
Orjeda destacó que conocer la secuencia del ácido desoxirribonucleico (ADN) de este tubérculo (con el nombre científico de Solanum tuberosum) posibilitará “crear” papas más nutritivas y más resistentes a las pestes y al cambio climático, al que Perú es uno de los países más vulnerables del mundo.
La investigación ha servido para determinar que 408 de los aproximadamente 39.000 genes de la papa son genes de resistencia a enfermedades, un hallazgo en el que los científicos trabajan ya para crear nuevas variedades.
En cinco años se podría crear una nueva especie de papa, frente a los 30 años actuales, lo que se traducirá en un gran ahorro de esfuerzo, tiempo y dinero, subrayó la integrante del Consorcio de Secuenciamiento del Genoma de la Papa.
En la investigación, publicada recientemente en la prestigiosa revista científica “Nature”, participaron investigadores de Perú, Chile, Argentina, Estados Unidos, China, Rusia, India, Nueva Zelanda, Reino Unido, Polonia, Italia, Irlanda y Holanda.
CONTRIBUCIÓN PERUANA
El Perú contribuyó al estudio con jóvenes científicos de entre 21 y 30 años de la Universidad Cayetano Heredia y la Universidad Nacional San Cristóbal de Huamanga.
La papa, tercer alimento de mayor importancia en el mundo después del arroz y el trigo, comenzó a cultivarse y consumirse hace 8.000 años y fue introducida en Europa por los españoles en el siglo XVI.
Se calcula que para el año 2020, más de 2.000 millones de personas a nivel mundial dependerán de la papa para alimentación, forraje e ingresos.
Científicos de 14 países, entre ellos Perú, descifraron el ADN de la papa , una investigación que abre las puertas para “crear” tubérculos más resistentes y con mayor poder nutritivo, explicó hoy a EFE la investigadora Gisella Orjeda.
El resultado es fruto de cuatro años de estudios, en los que participaron un centenar de investigadores internacionales del Consorcio de Secuenciamiento del Genoma de la Papa (PGSC, en sus siglas en inglés).
“Lo que hemos hecho hasta ahora es leer el genoma, el ADN de la papa, y constituye el punto de partida” para investigaciones sucesivas que permitirán “realmente” usar las más de 3.000 variedades de papas autóctonas peruanas, pues ayudará a los agricultores a mejorar el rendimiento de este tubérculo, dijo Orjeda.
Para realizar el estudio, los científicos se dividieron en áreas de trabajo, que en el caso peruano consistió en secuenciar trozos del genoma, buscar los genes de resistencia y elaborar un control de calidad de los resultados, entre otras funciones.
MÁS FUERTES Y NUTRITIVAS
Orjeda destacó que conocer la secuencia del ácido desoxirribonucleico (ADN) de este tubérculo (con el nombre científico de Solanum tuberosum) posibilitará “crear” papas más nutritivas y más resistentes a las pestes y al cambio climático, al que Perú es uno de los países más vulnerables del mundo.
La investigación ha servido para determinar que 408 de los aproximadamente 39.000 genes de la papa son genes de resistencia a enfermedades, un hallazgo en el que los científicos trabajan ya para crear nuevas variedades.
En cinco años se podría crear una nueva especie de papa, frente a los 30 años actuales, lo que se traducirá en un gran ahorro de esfuerzo, tiempo y dinero, subrayó la integrante del Consorcio de Secuenciamiento del Genoma de la Papa.
En la investigación, publicada recientemente en la prestigiosa revista científica “Nature”, participaron investigadores de Perú, Chile, Argentina, Estados Unidos, China, Rusia, India, Nueva Zelanda, Reino Unido, Polonia, Italia, Irlanda y Holanda.
CONTRIBUCIÓN PERUANA
El Perú contribuyó al estudio con jóvenes científicos de entre 21 y 30 años de la Universidad Cayetano Heredia y la Universidad Nacional San Cristóbal de Huamanga.
La papa, tercer alimento de mayor importancia en el mundo después del arroz y el trigo, comenzó a cultivarse y consumirse hace 8.000 años y fue introducida en Europa por los españoles en el siglo XVI.
Se calcula que para el año 2020, más de 2.000 millones de personas a nivel mundial dependerán de la papa para alimentación, forraje e ingresos.
Cinco alimentos que te ayudarán a mantener la línea
Son ricos, te dan sensación de llenura después de comerlos y, sobre todo, te brindan nutrientes muy importantes.
El truco para evitar esos indeseables kilos de más no es tanto privarse de los alimentos, sino escogerlos bien y consumirlos en las porciones adecuadas. Estar a dieta no es necesariamente sinónimo de sacrificio.
“Las comidas dietéticas son algo confuso para muchas personas. ¿Qué son? ¿Se trata de alimentos bajos en calorías, grasas, sodio, azúcar, libres de gluten, etc.?”, señala Jane Korsberg, del departamento de nutrición de la Universidad Case Western Reserve de Cleveland (Estados Unidos), quien considera que se debe replantear todo el concepto de hacer dieta.
Según informa Livestrong.com, para Korsberg es más beneficioso aprender a alimentarse. “El énfasis debería estar en escoger comidas saludables todos los días y en cambiar nuestros estilos de vida por algo mejor”.
¿Cómo podemos empezar? Conociendo las ventajas de estos cinco alimentos para poder sacarles “el jugo”.
MANZANAS
Esta fruta tiene dos bondades: es rica en fibra dietética y, después de comerla, te hace sentir lleno. La fibra contribuye a que tengamos un sistema digestivo más sano y reduce el colesterol.
Además, la textura de la manzana hace que tengamos que masticarla bien antes de ingerirla. Por el trabajo realizado, nuestro cerebro cree que hemos comido bastante y manda la orden de satisfacción a nuestro organismo.
ALMENDRAS
Son perfectas como un snack entre comidas, siempre y cuando solo consumas un puñado en cada oportunidad. “Una onza (poco más de 28 gramos) contiene solo 167 calorías, además lleva consigo 6 gramos de proteínas y 3 gramos de fibra. Ambos nutrientes pueden hacerte sentir satisfecho durante más tiempo”, señala el artículo.
SALMÓN
El pescado forma parte de la dieta de muchas personas que se preocupan por mantener su esbelta figura. Pero específicamente el salmón es capaz de aumentar los niveles de saciedad.
“Un estudio publicado en el “International Journal of Obesity” encontró que cuando las personas que hacen dieta comen salmón más de una vez por semana pierden alrededor del doble de kilos que aquellos que no consumían ningún tipo de pescado”, informan.
Y eso no es todo, el salmón tiene relativamente pocas calorías (alrededor de 175 por cada 85 gramos) y es también una buena fuente de proteínas.
HUEVOS
Existen personas que creen que comer huevo no es muy saludable, debido al colesterol que tienen las yemas. Sin embargo, el artículo señala que es una buena herramienta en la batalla por mantener el peso ideal.
“Investigaciones han demostrado que comer huevos en el desayuno puede ayudar en combatir el aumento de peso durante el día (…). A pesar de que las proteínas son capaces de llenarte en cualquier momento que las ingieras, algunos científicos sospechan que al comerlas en la mañana puedes sentirte satisfecho en toda la jornada”, aseguran.
TOMATES
Indudablemente, las verduras forman parte de cualquier régimen alimenticio saludable. Pero hay algo especial en los tomates: son sabrosos. “Una taza de tomates rojos cocidos tiene solo 43 calorías, pero saben tan bien como un gran número de comidas con alto contenido calórico”.
El truco para evitar esos indeseables kilos de más no es tanto privarse de los alimentos, sino escogerlos bien y consumirlos en las porciones adecuadas. Estar a dieta no es necesariamente sinónimo de sacrificio.
“Las comidas dietéticas son algo confuso para muchas personas. ¿Qué son? ¿Se trata de alimentos bajos en calorías, grasas, sodio, azúcar, libres de gluten, etc.?”, señala Jane Korsberg, del departamento de nutrición de la Universidad Case Western Reserve de Cleveland (Estados Unidos), quien considera que se debe replantear todo el concepto de hacer dieta.
Según informa Livestrong.com, para Korsberg es más beneficioso aprender a alimentarse. “El énfasis debería estar en escoger comidas saludables todos los días y en cambiar nuestros estilos de vida por algo mejor”.
¿Cómo podemos empezar? Conociendo las ventajas de estos cinco alimentos para poder sacarles “el jugo”.
MANZANAS
Esta fruta tiene dos bondades: es rica en fibra dietética y, después de comerla, te hace sentir lleno. La fibra contribuye a que tengamos un sistema digestivo más sano y reduce el colesterol.
Además, la textura de la manzana hace que tengamos que masticarla bien antes de ingerirla. Por el trabajo realizado, nuestro cerebro cree que hemos comido bastante y manda la orden de satisfacción a nuestro organismo.
ALMENDRAS
Son perfectas como un snack entre comidas, siempre y cuando solo consumas un puñado en cada oportunidad. “Una onza (poco más de 28 gramos) contiene solo 167 calorías, además lleva consigo 6 gramos de proteínas y 3 gramos de fibra. Ambos nutrientes pueden hacerte sentir satisfecho durante más tiempo”, señala el artículo.
SALMÓN
El pescado forma parte de la dieta de muchas personas que se preocupan por mantener su esbelta figura. Pero específicamente el salmón es capaz de aumentar los niveles de saciedad.
“Un estudio publicado en el “International Journal of Obesity” encontró que cuando las personas que hacen dieta comen salmón más de una vez por semana pierden alrededor del doble de kilos que aquellos que no consumían ningún tipo de pescado”, informan.
Y eso no es todo, el salmón tiene relativamente pocas calorías (alrededor de 175 por cada 85 gramos) y es también una buena fuente de proteínas.
HUEVOS
Existen personas que creen que comer huevo no es muy saludable, debido al colesterol que tienen las yemas. Sin embargo, el artículo señala que es una buena herramienta en la batalla por mantener el peso ideal.
“Investigaciones han demostrado que comer huevos en el desayuno puede ayudar en combatir el aumento de peso durante el día (…). A pesar de que las proteínas son capaces de llenarte en cualquier momento que las ingieras, algunos científicos sospechan que al comerlas en la mañana puedes sentirte satisfecho en toda la jornada”, aseguran.
TOMATES
Indudablemente, las verduras forman parte de cualquier régimen alimenticio saludable. Pero hay algo especial en los tomates: son sabrosos. “Una taza de tomates rojos cocidos tiene solo 43 calorías, pero saben tan bien como un gran número de comidas con alto contenido calórico”.
lunes, 11 de julio de 2011
Conoce cuál es la diferencia entre los distintos tipos de leche
De vaca, de cabra, de soya, entera o descremada. Cada una tiene un aporte nutricional distinto.
Leche: los cimientos de nuestra alimentación, si consideramos que fue lo único que consumimos por lo menos durante los primeros seis meses de nuestras vidas.
Primero, fue la leche de mamá luego, probablemente de vaca, aunque hay quienes prefieren la de cabra. Y ahora que somos conscientes de que no todos podemos digerir la lactosa con facilidad, tenemos diversas alternativas. La más popular: la leche de soya.
“Sin duda hay una gran variedad de leches, y cada una trae a la mesa un perfil nutricional diferente. “Varias alternativas que no contienen productos lácteos tienen un sabor similar a la leche. Por esa razón son buenas opciones, especialmente si uno tiene problemas para digerir la lactosa”, afirma Jeannie Gazzaniga-Moloo, vocera de la Asociación Dietética Americana, según informa ‘My Healthy News Daily’.
SIMILARES PERO DIFERENTES
En apariencia pueden ser iguales, pero la leche de vaca (entera y descremada), la de cabra y la de soya tienen diferentes características en cuanto a grasa, calorías, calcio y proteínas se refiere.
Según cifras de la página web Nutritiondata.self.com, una taza de la leche de vaca entera tiene 147 calorías, 8,1 gramos de grasa y 33% de calcio; mientras que la descremada contiene 86 calorías, ningún gramo de grasa y 50% de calcio.
La leche de cabra también tiene la misma cantidad de calcio, pero muchas más calorías (169) y grasa (10 gramos). Además, Gazzaniga-Moloo señaló que su peculiar sabor y fuerte olor puede ser “ofensivo” para algunas personas.
Lo que tiene a su favor es que hay quienes la pueden digerir con mayor facilidad -porque el tamaño de las moléculas de las proteínas es diferente al de las de la leche de vaca- y tiene más triptófano, un esencial aminoácido.
Así, es indiscutible que la leche de vaca es el que aporta más calcio y el doble de proteínas (8 gramos). Sin embargo, según señala el artículo de la página web especializada en salud, la gran desventaja es la intolerancia a la lactosa que muchos padecen y que causa dolor abdominal, gases, hinchazón o diarrea.
DE SOYA
Para cuando la lactosa cae mal, tenemos a la soya. “Hecha con granos de soya remojados y molidos con agua, la leche de soya es rica en proteínas (7 gramos por taza) y no tiene grasas saturadas. También posee bajas calorías (132) y viene en distintos sabores”, dice el artículo.
Su consumo tiene un solo aspecto negativo: Se sabe que la ingesta de productos hechos con soya pueden inhibir la absorción de proteínas y minerales.
Leche: los cimientos de nuestra alimentación, si consideramos que fue lo único que consumimos por lo menos durante los primeros seis meses de nuestras vidas.
Primero, fue la leche de mamá luego, probablemente de vaca, aunque hay quienes prefieren la de cabra. Y ahora que somos conscientes de que no todos podemos digerir la lactosa con facilidad, tenemos diversas alternativas. La más popular: la leche de soya.
“Sin duda hay una gran variedad de leches, y cada una trae a la mesa un perfil nutricional diferente. “Varias alternativas que no contienen productos lácteos tienen un sabor similar a la leche. Por esa razón son buenas opciones, especialmente si uno tiene problemas para digerir la lactosa”, afirma Jeannie Gazzaniga-Moloo, vocera de la Asociación Dietética Americana, según informa ‘My Healthy News Daily’.
SIMILARES PERO DIFERENTES
En apariencia pueden ser iguales, pero la leche de vaca (entera y descremada), la de cabra y la de soya tienen diferentes características en cuanto a grasa, calorías, calcio y proteínas se refiere.
Según cifras de la página web Nutritiondata.self.com, una taza de la leche de vaca entera tiene 147 calorías, 8,1 gramos de grasa y 33% de calcio; mientras que la descremada contiene 86 calorías, ningún gramo de grasa y 50% de calcio.
La leche de cabra también tiene la misma cantidad de calcio, pero muchas más calorías (169) y grasa (10 gramos). Además, Gazzaniga-Moloo señaló que su peculiar sabor y fuerte olor puede ser “ofensivo” para algunas personas.
Lo que tiene a su favor es que hay quienes la pueden digerir con mayor facilidad -porque el tamaño de las moléculas de las proteínas es diferente al de las de la leche de vaca- y tiene más triptófano, un esencial aminoácido.
Así, es indiscutible que la leche de vaca es el que aporta más calcio y el doble de proteínas (8 gramos). Sin embargo, según señala el artículo de la página web especializada en salud, la gran desventaja es la intolerancia a la lactosa que muchos padecen y que causa dolor abdominal, gases, hinchazón o diarrea.
DE SOYA
Para cuando la lactosa cae mal, tenemos a la soya. “Hecha con granos de soya remojados y molidos con agua, la leche de soya es rica en proteínas (7 gramos por taza) y no tiene grasas saturadas. También posee bajas calorías (132) y viene en distintos sabores”, dice el artículo.
Su consumo tiene un solo aspecto negativo: Se sabe que la ingesta de productos hechos con soya pueden inhibir la absorción de proteínas y minerales.
La historia del sanguito, un postre que se resiste a morir
En el Perú cada vez existe menos gente que se coloca la bandeja en la cabeza y empieza con los pregones. Es momento de recuperar esa tradición.
El sanguito es un postre con mucha tradición. Sin embargo, en la actualidad no es muy fácil encontrar un lugar donde podamos disfrutarlo. Al contrario de otros manjares populares como el arroz con leche, los picarones o el suspiro a la limeña, el sanguito ha perdido cierta presencia en nuestras mesas (y calles).
Hecho a base de pasta de harina de maíz, azúcar, canela, anís, clavo de olor, vainilla y aceite, con llamativos adornos de pasas y coloridas grageas, este postre tiene un origen prehispánico, producto también del mestizaje culinario. Según cuenta Sergio Zapata Acha en Diccionario de la Gastronomía Peruana Tradicional, “fue consumido desde la colonia hasta nuestros días”.
“Este alimento se consumió a lo largo de toda la costa del Perú, existiendo también variantes en otros países como Argentina, Bolivia, Chile, Ecuador y Colombia, diferenciándose en cuanto a los ingredientes y modo de preparación. Sin embargo, se respeta el dulce”, comenta Zapata.
Antes de que el sanguito viera la luz existían dos tipos de sangos. “Uno andino, similar a una masa de maíz cocido con poca agua, utilizado con fines religiosos y el sango de ñaju (planta que era importada de África en el siglo pasado), parecido al anterior pero frito en manteca de ajo, cebolla, picadillo de menudencia.
Según Nathalie Otarola en su artículo “Sanguito: tradición hecha manjar”, “en el mestizaje culinario, los negros solían siempre tostar y añadir manteca de cochino a sus comidas para lograr un mayor sabor”. Así fue como nació el sanguito.
Uno de los primeros autores que hace mención al sanguito tal y como lo conocemos es Ricardo Palma, él lo describe como un “guiso popular hecho de harina de maíz, una especie de mazamorra con azúcar y pasas”.
EN EL AMARGO OLVIDO
Los pregoneros guardan una estrecha relación con los postres de la Lima antigua. Gracias a ellos la fama de nuestros dulces creció. En aquellos años, los vendedores de sanguito se colocaban un cojín en la cabeza y encima la bandeja con el tradicional postre.
Con los años esta costumbre se ha ido perdiendo y cada vez quedan menos vendedores de sanguito. Máximo Piñeyro, que en el 2007 recibió la Orden al Mérito por Servicios Distinguidos en el grado de Gran Comendador, ensaya una teoría.
“Los que vendían han ido muriendo y pocos continúan la tradición. Cargar mucho peso en la cabeza puede afectar la columna. Por eso hay que fajarse, no todos lo hacen y aunque parezca mentira en una labor sacrificada”, dijo Pineyro, que actualmente tiene de 65 años.
Óscar Velarde es otro sobreviviente. Participó en 2009 en Mistura y hasta ahora deleita paladares en el Rímac. Así los vendedores de sanguito pueden contarse con los dedos de la mano.
“El sanguito es una mezcla de harina de maíz, azúcar rubia con chancaca, canela, clavo de olor, anís y un poco de vainilla. También lleva pasas, pero yo las pongo encima porque, si no, a alguien le pueden tocar pocas. Se mezcla en una paila -una olla grande, como las que se usan para hacer los chicharrones- y se mueve con una paleta”, comenta Pineyro.
Luego cuenta su secreto: “Yo le hago una variación: en vez de usar manteca de chancho, uso aceite vegetal. Pero el secreto del sango está en cómo se cocina. No debe salir una mazamorra. Es una mezcla con cuerpo. Hay que mover duro”.
Este año, el objetivo de Mistura es lograr que la gente se reencuentre nuevamente con los postres de antaño y no se pierda esta rica tradición. Los guargüeros, el ranfañote, el camotillo, el chumbeque tendrán su lugar y el sanguito un espacio privilegiado.
El sanguito es un postre con mucha tradición. Sin embargo, en la actualidad no es muy fácil encontrar un lugar donde podamos disfrutarlo. Al contrario de otros manjares populares como el arroz con leche, los picarones o el suspiro a la limeña, el sanguito ha perdido cierta presencia en nuestras mesas (y calles).
Hecho a base de pasta de harina de maíz, azúcar, canela, anís, clavo de olor, vainilla y aceite, con llamativos adornos de pasas y coloridas grageas, este postre tiene un origen prehispánico, producto también del mestizaje culinario. Según cuenta Sergio Zapata Acha en Diccionario de la Gastronomía Peruana Tradicional, “fue consumido desde la colonia hasta nuestros días”.
“Este alimento se consumió a lo largo de toda la costa del Perú, existiendo también variantes en otros países como Argentina, Bolivia, Chile, Ecuador y Colombia, diferenciándose en cuanto a los ingredientes y modo de preparación. Sin embargo, se respeta el dulce”, comenta Zapata.
Antes de que el sanguito viera la luz existían dos tipos de sangos. “Uno andino, similar a una masa de maíz cocido con poca agua, utilizado con fines religiosos y el sango de ñaju (planta que era importada de África en el siglo pasado), parecido al anterior pero frito en manteca de ajo, cebolla, picadillo de menudencia.
Según Nathalie Otarola en su artículo “Sanguito: tradición hecha manjar”, “en el mestizaje culinario, los negros solían siempre tostar y añadir manteca de cochino a sus comidas para lograr un mayor sabor”. Así fue como nació el sanguito.
Uno de los primeros autores que hace mención al sanguito tal y como lo conocemos es Ricardo Palma, él lo describe como un “guiso popular hecho de harina de maíz, una especie de mazamorra con azúcar y pasas”.
EN EL AMARGO OLVIDO
Los pregoneros guardan una estrecha relación con los postres de la Lima antigua. Gracias a ellos la fama de nuestros dulces creció. En aquellos años, los vendedores de sanguito se colocaban un cojín en la cabeza y encima la bandeja con el tradicional postre.
Con los años esta costumbre se ha ido perdiendo y cada vez quedan menos vendedores de sanguito. Máximo Piñeyro, que en el 2007 recibió la Orden al Mérito por Servicios Distinguidos en el grado de Gran Comendador, ensaya una teoría.
“Los que vendían han ido muriendo y pocos continúan la tradición. Cargar mucho peso en la cabeza puede afectar la columna. Por eso hay que fajarse, no todos lo hacen y aunque parezca mentira en una labor sacrificada”, dijo Pineyro, que actualmente tiene de 65 años.
Óscar Velarde es otro sobreviviente. Participó en 2009 en Mistura y hasta ahora deleita paladares en el Rímac. Así los vendedores de sanguito pueden contarse con los dedos de la mano.
“El sanguito es una mezcla de harina de maíz, azúcar rubia con chancaca, canela, clavo de olor, anís y un poco de vainilla. También lleva pasas, pero yo las pongo encima porque, si no, a alguien le pueden tocar pocas. Se mezcla en una paila -una olla grande, como las que se usan para hacer los chicharrones- y se mueve con una paleta”, comenta Pineyro.
Luego cuenta su secreto: “Yo le hago una variación: en vez de usar manteca de chancho, uso aceite vegetal. Pero el secreto del sango está en cómo se cocina. No debe salir una mazamorra. Es una mezcla con cuerpo. Hay que mover duro”.
Este año, el objetivo de Mistura es lograr que la gente se reencuentre nuevamente con los postres de antaño y no se pierda esta rica tradición. Los guargüeros, el ranfañote, el camotillo, el chumbeque tendrán su lugar y el sanguito un espacio privilegiado.
Aceites de sacha inchi y ajonjolí, fuente de pura vida
El primero ayuda a prevenir la aparición de osteoporosis y artritis. El otro es reconstituyente muscular y potencia la memoria.
Aunque muchos hayamos dejado de lado el aceite refinado para optar por el aceite de oliva, el consumo de los aceites de sacha inchi y ajonjolí aún es incipiente en el país. Al respecto, Cecilia Torres, ingeniera en industria alimentaria de la empresa El Cacique S.A.C., refiere que el aceite de ajonjolí es rico en omega 6. Entre sus propiedades destacan su poder mineralizante del cuerpo, es reconstituyente muscular y nervioso y potencia la memoria. Este aceite se indica en casos de osteoporosis, pérdida del cabello y debilidad pulmonar, entre otros problemas de carencia de calcio y vitaminas. Es útil frente a problemas nerviosos, como el estrés, depresión e irritabilidad.
SUPERPODEROSOS
El aceite de sacha inchi tiene una alta cantidad de omega 3 que previene la aparición de arritmias, osteoporosis, artritis, así como del cáncer de colon, próstata y mama. Además, tiene un alto contenido de ácido linolénico, que reduce el colesterol, retarda el proceso de envejecimiento, incrementa la habilidad de concentración, fortalece las membranas celulares, interviene en la formación del tejido nervioso y ocular y hasta regula la producción de hormonas. Según Torres, este aceite está siendo usado en Lima para el tratamiento de hiperactividad en niños.
En cuanto al consumo recomendable de estos aceites, Torres sugiere tomar una cucharada sopera de sacha inchi durante tres meses. Esto permitirá que el cuerpo se desintoxique y se revitalice. Luego, si no sufre de afecciones cardíacas ni dolores de cabeza puede empezar a con una dosis similar del Aceite Super Omega Extra Virgen creado por El Cacique S.A.C. combinando el aceite de ajonjolí con el omega 3 del sacha inchi.
Recuerde que es preferible consumir aceite extra virgen, pues ello significa que el aceite se ha obtenido prensando las semillas, sin someterlas al calor, que elimina el omega 3 y 6, así como las vitaminas y los antioxidantes.
Algo más…
ACEITE VIRGEN. El aceite virgen se obtiene en molinos que someten la semilla a temperaturas que pueden llegar a los 200 °C. Así se pierden sus principales vitaminas.
REFINADO. Se obtiene un aceite cristalino en base a una mezcla de soda cáustica.
Aunque muchos hayamos dejado de lado el aceite refinado para optar por el aceite de oliva, el consumo de los aceites de sacha inchi y ajonjolí aún es incipiente en el país. Al respecto, Cecilia Torres, ingeniera en industria alimentaria de la empresa El Cacique S.A.C., refiere que el aceite de ajonjolí es rico en omega 6. Entre sus propiedades destacan su poder mineralizante del cuerpo, es reconstituyente muscular y nervioso y potencia la memoria. Este aceite se indica en casos de osteoporosis, pérdida del cabello y debilidad pulmonar, entre otros problemas de carencia de calcio y vitaminas. Es útil frente a problemas nerviosos, como el estrés, depresión e irritabilidad.
SUPERPODEROSOS
El aceite de sacha inchi tiene una alta cantidad de omega 3 que previene la aparición de arritmias, osteoporosis, artritis, así como del cáncer de colon, próstata y mama. Además, tiene un alto contenido de ácido linolénico, que reduce el colesterol, retarda el proceso de envejecimiento, incrementa la habilidad de concentración, fortalece las membranas celulares, interviene en la formación del tejido nervioso y ocular y hasta regula la producción de hormonas. Según Torres, este aceite está siendo usado en Lima para el tratamiento de hiperactividad en niños.
En cuanto al consumo recomendable de estos aceites, Torres sugiere tomar una cucharada sopera de sacha inchi durante tres meses. Esto permitirá que el cuerpo se desintoxique y se revitalice. Luego, si no sufre de afecciones cardíacas ni dolores de cabeza puede empezar a con una dosis similar del Aceite Super Omega Extra Virgen creado por El Cacique S.A.C. combinando el aceite de ajonjolí con el omega 3 del sacha inchi.
Recuerde que es preferible consumir aceite extra virgen, pues ello significa que el aceite se ha obtenido prensando las semillas, sin someterlas al calor, que elimina el omega 3 y 6, así como las vitaminas y los antioxidantes.
Algo más…
ACEITE VIRGEN. El aceite virgen se obtiene en molinos que someten la semilla a temperaturas que pueden llegar a los 200 °C. Así se pierden sus principales vitaminas.
REFINADO. Se obtiene un aceite cristalino en base a una mezcla de soda cáustica.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)