martes, 20 de julio de 2010

Aprenda a utilizar la sangrecita para preparar deliciosos y nutritivos platos

Te gusta o no te gusta. Así son las cosas con la sangrecita. Pero hay muchos datos sobre este ingrediente que la mayoría desconoce. Entérese cuáles son
Se ha perdido una tradición: pocas son las casas en las que se prepara sangrecita. ¿Por qué? Quizás porque a algunos les resulta algo cuestionable lo humilde de su origen o tal vez sea por su aspecto. Pero la verdad del caso es que ningún motivo es válido para perderse sus enormes valores nutricionales.

Todos aquellos difíciles para comer (en especial los niños), tomen nota de lo siguiente.

Lo primero —y más importante— es que la sangrecita “no tiene sabor y, por tanto, no altera los sabores de los alimentos con los cuales se la combina. Es decir, estás sirviendo un ingrediente altamente rico en hierro que no desvirtúa el sabor de los otros ingredientes”, afirma Beatriz Yermenos, representante del Programa Mundial de Alimentos en el Perú (PMA).

Desde el 2004 al 2007 el PMA llevó a cabo en Pachacútec un proyecto piloto de capacitación para el uso adecuado de alimentos. De esta iniciativa se desprende un recetario con propuestas dulces y saladas con sangrecita, hecho con la colaboración de los reconocidos chefs Pedro Miguel Schiaffino y Rafael Osterling.

“Descubrimos que el ingrediente mágico para atacar los niveles de anemia es la sangrecita porque es altamente rica en hierro, de bajo costo y de fácil acceso para todas las poblaciones. En consecuencia, los niños que la consuman van a estar más despiertos en la escuela y mucho más atentos”, finaliza Yermenos.

CONSEJOS GOURMET
Walter Sánchez, jefe de cocina del Fiesta Restaurante Gourmet, aconseja que la sangrecita a utilizar sea del día y siempre en buen estado.

“Nosotros la llevamos a la licuadora y luego se pasa a la sartén para freír con un picadillo de hígado, riñón (de cabrito o cerdo), hierbabuena, cebolla china, entre otros. Se hace un sofrito con apio y cebolla y se cocina todo junto”, sostiene. Además, Sánchez recomienda servir estos platos acompañados de yuca sancochada y una buena salsa criolla.

Hervir la sangrecita antes de su consumo y revisar que se mantenga líquida mientras se cocina con ella es otro consejo que brinda el PMA. No olvide tampoco que puede encontrarla en bolsitas de plástico, lista para la venta, en mercados y supermercados.

Por su parte, Alfredo Lazo, sous chef de Osadía Restaurante, asegura: “Lo otro a tomar en cuenta es ver el color: que se note que está fresca y sea de un rojo vivo, algo intenso”.

Más allá del sofrito, las opciones para consumir sangrecita no tienen límite. “Normalmente la he visto integrando algún relleno. Pero también puede ir en unos ajíes amarillos rellenos de sangrecita, caigua rellena y hasta combinada con carapulca y cerdo. Aunque para mí no hay nada mejor que consumirla en la forma clásica y tradicional”, finaliza Lazo.

ROCOTOS RELLENOS DE SANGRECITA

Chef Pedro Miguel Schiaffino

“La sangrecita es un ingrediente básico y sumamente rico en nutrientes”, sostiene Schiaffino, quien presenta esta receta para 4 raciones. La propuesta está incluida en el recetario del PMA.

INGREDIENTES-8 rocotos.
-Azúcar para macerar.
Para el relleno:-1 cda de mantequilla.
-1 ají amarillo picado, blanqueado y sin venas.
-50 g de cebolla blanca picada.
-1/2 cdta de ajo licuado.
-20 g de arroz precocido.
-150 g de sangrecita de pollo.
-10 g de pasas.
-5 g de maní picado.
-Hierbabuena picada, sal y pimienta.

PARA LA SALSA:
-1 cda de ají amarillo en pasta.
-2 cdas de mantequilla.
-1 oz de vino blanco.
-1 taza de fondo de carne.
-1 diente de ajo chancado. – Romero fresco entero, sal y pimienta.

PREPARACIÓN
Lavar y cortar los rocotos, retirar las pepas y las venas. Lavarlos nuevamente, escurrirlos y colocarlos en un recipiente. Agregar el azúcar, tapar y dejar de un día para el otro en la refrigeradora. Al día siguiente colar el agua soltada por el rocoto, hacerla hervir y apenas lo haga regresarla al recipiente y tapar.

Colocarlo en la refrigeradora hasta el día siguiente. Repetir este proceso por 4 días. Al quinto día cocinar los rocotos con toda el agua a fuego medio, removiendo constantemente hasta que el líquido tenga la consistencia de un almíbar ligero. Regresar todo al recipiente con tapa, dejar enfriar y guardar en la refrigeradora.

PARA EL RELLENO:

Hacer un sofrito con la mantequilla, cebolla, ají y ajo. Agregar la sangrecita y sofreír, agregar el arroz precocido y cocinar por 3 minutos. Sazonar con sal y pimienta, agregar el perejil y hierbabuena picada, agregar las pasas y el maní. Mezclar todo, llevar a una placa y enfriar.

PARA LA SALSA:

Colocar un poco de mantequilla en la sartén, cocinar el ají amarillo con el diente de ajo chancado, agregar el vino blanco y reducir a cero, agregar el fondo y reducir a la mitad. Sazonar con sal y pimienta. Pasar por un escurridor y terminar con el romero y la mantequilla. Para servir, colocar una papa amarilla al natural en la base del plato, salarla, montar el rocoto y terminar con la salsa.

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