martes, 2 de octubre de 2012

El choclaufa

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(Foto: Archivo El Comercio)Se considera a 1849 como la fecha en la que las primeras colonias de chinos llegaron al Perú para ser empleados como mano de obra. Principalmente provenientes de la provincia de Cantón, se establecieron en el centro de Lima, cerca a los Barrios Altos, en lo que hoy denominamos El Barrio Chino. Hoy, más de 160 años después, agradecemos que esas primeras generaciones hayan llegado para inspirar nuestra cultura como ninguna otra lo pudo hacer. El chifa es prueba de ello. Mestizaje puro, de sabor contundente y considerado más peruano que chino, es uno de los preferidos a la hora de elegir qué comeremos. Uno de los más reconocidos es el San Joy Lao, fundado en los primeros años del siglo XX en el corazón de la colonia china. Luis Yong es el dueño y descendiente directo de familia oriental, amante de la filosofía china y de la gastronomía peruana. Es así que su pasión por ambas culturas y su afán por combinar lo mejor de ellas lo llevaron a crear el choclaufa, la nueva revelación de Mistura. El solicitado plato se prepara así: el arroz bien frito y salteado en el fogón de un gran wok se mezcla con los ingredientes típicos como cebolla china, carnes, huevo revuelto y sillao para darle color. Es entonces cuando hace su ingreso triunfal el ingrediente estrella: el choclo. Un grano suave y agradable de un sabor casi dulce que le da un toque distinto, pero no por ello menos agradable. Todo lo contrario. Si uno desea se puede acompañar con chi jau cuy. El secreto, según nos cuenta Yong, radica en marinarlo con otro peruanísimo ingrediente, una copita de pisco. Luego, otra vez los ingredientes chinos (sillao, ostión y ajonjolí) hacen de las suyas y juntos todos se confabulan para crear una explosión de sabor en la boca.

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